Roto
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La uva palomino será el alma de este vino blanco, que nace en el municipio de Cobrana, en el Bierzo Alto.
Esta variedad, muy típica también en el sur de Andalucía, ha arraigado de lujo en los sueños de pizarra y arcilla roja que abundan en esta zona. En total, el 17% de la uva cultivada en esta región pertenece a esta variedad que toma su nombre de Fernán Yánez Palomino, un caballero del rey Alfonso X El Sabio (según explica Jancis Robinson, Julia Harding y José Vouillamoz en su libro Wine Grapes. A complete guide to 1.368 vine varieties, including their origins and flavours).
En concreto, las uvas de Verónica Ortega Roto se cultivan a una altitud de 750 metros y bajo un microclima muy especial, principalmente de tinte continental con influencias oceánicas con grandes contrastes de temperatura. En gran parte, y gracias a ello, la palomino consigue en esta ocasión una de las versiones más frescas y refrescantes que pueda ofrecer.
Es un vino blanco que encanta con su sutileza y ligereza. Se presenta seco y con personalidad, destacando por su frescura y una interesante presencia mineral. Los cítricos se entremezclan con una marcada salinidad, mientras un toque picante añade complejidad a sus sabrosos sabores. El final es distintivamente salado, dejando una impresión de acidez nítida y perfilada.
Descripción
La uva palomino será el alma de este vino blanco, que nace en el municipio de Cobrana, en el Bierzo Alto.
Esta variedad, muy típica también en el sur de Andalucía, ha arraigado de lujo en los sueños de pizarra y arcilla roja que abundan en esta zona. En total, el 17% de la uva cultivada en esta región pertenece a esta variedad que toma su nombre de Fernán Yánez Palomino, un caballero del rey Alfonso X El Sabio (según explica Jancis Robinson, Julia Harding y José Vouillamoz en su libro Wine Grapes. A complete guide to 1.368 vine varieties, including their origins and flavours).
En concreto, las uvas de Verónica Ortega Roto se cultivan a una altitud de 750 metros y bajo un microclima muy especial, principalmente de tinte continental con influencias oceánicas con grandes contrastes de temperatura. En gran parte, y gracias a ello, la palomino consigue en esta ocasión una de las versiones más frescas y refrescantes que pueda ofrecer.
Es un vino blanco que encanta con su sutileza y ligereza. Se presenta seco y con personalidad, destacando por su frescura y una interesante presencia mineral. Los cítricos se entremezclan con una marcada salinidad, mientras un toque picante añade complejidad a sus sabrosos sabores. El final es distintivamente salado, dejando una impresión de acidez nítida y perfilada.
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